septiembre 08, 2009

Grupo Democracia Revolucionaria. Para el debate en el MLN

DESPLAZAR A LA OLIGARQUÍA EN EL MARCO DE UNA CRISIS ORGÁNICA DEL ESTADO MEXICANO

De qué país estamos hablando
México fue el único país latinoamericano en donde una revolución burguesa triunfó. Eso permitió que la oligarquía local pudiera, desde los años 20 hasta 1982, negociar mejor que sus vecinos del sur la relación de dependencia con el imperialismo norteamericano, pero de ninguna manera romper esta relación.
La manera que las economías dependientes tienen de subsanar las desigualdades competitivas en el mercado internacional, donde concurren burguesías con un alto nivel tecnológico en sus procesos productivos, es recurriendo a la sobrexplotación de los trabajadores o extracción de plusvalía absoluta, consistente no en inversión tecnológica, sino en incrementar horarios y o ritmos de trabajo y al mismo tiempo deprimir lo más posible los salarios.
En este esquema de explotación, obviamente no puede haber mercado interno, por lo que desde Cárdenas y hasta López Portillo, la imposibilidad de las clases trabajadoras para adquirir todo tipo de bienes y servicios, era parcialmente subsanada por la intervención estatal en salud, educación, alimentación y vivienda. Esa mínima distribución de la riqueza era controlada por el sistema corporativo del PRI gobierno. De esa manera, el Estado mexicano hizo manejable el descontento producido por la inequidad estructural.
Al mismo tiempo, los gobiernos post revolucionarios, sabedores de que la burguesía mexicana era incapaz de llevar a cabo un plan nacional de desarrollo industrial, impulsan diversas industrias estatales, además de políticas financieras que ayudarán, en ambos casos, a que la burguesía nacional se desarrollara.
La fuerte intervención estatal en la economía y la distribución era acompañada por una política antiimperialista - si era pactada con Washington o no, es irrelevante para el caso – que las izquierdas podían aprovechar para presionar en ese sentido.
Cuando los jóvenes priistas posgraduados en Harvard tomaron la Presidencia de la República, la estructura económica dependiente sobreexplotadora no cambió, pero la política regulativa y social del gobierno sí, reduciéndose al mínimo su intervención, acorde a los planteamientos neo liberales. Los efectos se percibieron inmediatamente entre la población: La respuesta de las izquierdas fueron dos paros cívicos nacionales, uno en 1983 y otro en 1984, así como el triunfo electoral de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988.
Desde 1982, la precaria redistribución de la riqueza instaurada por el cardenismo, prácticamente ha ido desapareciendo. El programa Solidaridad iniciado por Salinas, frenó parcialmente el descontento, pero desde luego no era un intento de retornar a la anterior institucionalidad, fue pensado y ejecutado simplemente cómo una manera de reforzar el corporativismo. Las versiones posteriores de Solidaridad, hasta llegar al actual programa social de Calderón, cuentan con un presupuesto, logicidad e impacto mucho menor. En síntesis, los componentes de la sobrexplotación estructural de siempre se acentúan, en tanto que las políticas gubernamentales de distribución de la riqueza se reducen cada vez más.

Crisis Orgánica del Estado mexicano
Las izquierdas mexicanas han sido incapaces de sostener el poder cuando candidatos de centroizquierda han ganado las elecciones (1988 y 2006), tampoco han podido desplazar a la oligarquía por ningún otro medio, ni siquiera han podido frenar contrareformas lesivas a los trabajadores y sus familias. Por lo que no ha sido posible regresar al modelo de distribución parcial de tipo corporativo, o avanzar hacia la instauración de otro de corte democrático participativo que abran la posibilidad de un desarrollo no subordinado y distribuyan la riqueza. Esto ha sido una victoria en lo inmediato para la oligarquía, pero al mismo tiempo significa el agravamiento de la situación social en la que se asienta su dominio, pero a tal grado que pone en peligro su dominación.
En este contexto, la solución de las clases populares ante la exacerbación de la miseria acumulada durante 27 años, ha sido mayoritariamente individualista; sea migrando a los Estados Unidos o en menor cantidad, dedicándose a algún tipo de ilícito. Recientemente la crisis financiera se ha convertido en una crisis de producción, los cierres de plantas productivas y de servicios, pequeñas, medianas y grandes, sean de de capital foráneo o nacional se cuentan por centenares, lógicamente el empleo y el consumo se encuentran en su mínima expresión, por lo que últimamente muchísimas personas se enganchan a los cárteles de las drogas, quienes tienen múltiples actividades y controlan además otros giros delincuenciales. El Ejército y la Policía Federal, pilares del gobierno de Calderón, son una válvula de escape temporal al desempleo y al mismo tiempo, funcionan como curso propedéutico de ingreso al narco.
Hablamos entonces de una sociedad muy descompuesta, en donde buena parte de las clases populares no volcaron su odio contra la oligarquía, que es la causante de su miseria, sino contra las propias clases populares, distribuyendo drogas, robando, matando, exigiendo protección y secuestrando por sumas pequeñas, pagables en sus propios entornos. No se trata en su mayoría, de negocios criminales individuales, familiares o vecinales, la delincuencia está ahora monopolizada por unos cuantos cárteles con territorios y giros bien delimitados; es prácticamente imposible operar al margen de ellos, quién delinque en el territorio de un cártel, es inmediatamente aniquilado o incorporado a este de manera subordinada.
Contrario a versiones fantasiosas, el narco no tiene un plan para tomar directamente el poder del Estado, pues sólo es un grupo de empresarios - eso sí, muy poderoso - que funcionan como grupo de presión contra el gobierno, haciendo pactos con él o combatiéndolo cuando protege a algún rival de negocios y como tantos otros empresarios, también compran o amenazan servidores públicos y pagan campañas electorales. Cómo cualquier otro burgués, invierten sus ganancias en otros negocios.
Por lo tanto, el dinero del narco – y la red de complicidades que lo acompaña - está dentro de los tres niveles de gobierno y su capital está invertido en diversas industrias legales e ilegales así como financieras, estando coludido con empresarios y gobernantes. El hecho que el narco sea co propietario del capital nacional, no de manera específica, sino diversificadamente es el principal elemento para entender la imposibilidad de un triunfo militar sobre los cárteles.
El Ejército, al inicio de la actual administración de facto, gozaba de la aprobación de muchos mexicanos, ahora tras de tenerlo tres años en las calles y campos, sufriendo los daños colaterales o los abusos de la tropa y ante los magros resultados en la lucha contra el narco; va en declive su aprobación.
El sistema electoral, incluyendo partidos y el de impartición de justicia están más que desprestigiados, los respectivos aumentos propuestos a sus presupuestos coronan el repudio generalizado.
La iglesia católica está en una crisis de credibilidad enorme, como factor de control ideológico aún pesa, pero mucho menos que el duopolio televisivo.
Los bancos, más allá de que objetivamente nunca han tenido vocación de banca de desarrollo, centrándose en otorgar crédito al consumo a las tasas más altas del mundo, son percibidos por la población como verdaderos vampiros.
En otro frente, la deserción ideológica del gobierno federal de las labores reales de contención de la miseria ¡en plena recesión! mediante el incremento del gasto social, aunque no hubiera institucionalidad que lo respalde, agrava el descontento y la falta de legitimidad del grupo gobernante. Increíblemente, Calderón y Carstens obtienen en crédito 30mil md de la Reserva Federal y 47mil md del FMI, o sea 77mil md, pero recortan el presupuesto en 85mil md.
Los préstamos internacionales no van al sector productivo, no se destinan a inversión en infraestructura, mucho menos a programas sociales, se están utilizando para rescatar al sector financiero, que como vimos, ¡no tiene vocación de banca de desarrollo! Washington les arrojó un salvavidas para que aplicaran una versión mexicana de los lineamientos de Obama, y no lo quisieron ver. En términos de llevar una elemental administración de un Estado capitalista en periodo de crisis, el gobierno de Calderón está por debajo de los estándares. Su ortodoxia monetarista no se aplica ya en ningún lugar del planeta: La autonomía de BANXICO nos hunde como país (y a ellos como élite gobernante), parte de los 76 mil 375 md de la actual reserva serán gradualmente entregada al mercado cambiario, para que los especuladores no productivos los aprovechen e incluso saquen dólares del país.
Vemos entonces que los manejos estructurales e infraestructurales, es decir, en todo el bloque histórico, acumulan a los descoordinados pero múltiples brotes de resistencia social y a una opinión pública adversa.
Todos estás particularidades del Estado mexicano hacen que ninguna institución gubernamental o privada, excepto el duopolio televisivo, esté construyendo –parcialmente- consenso (hegemonía) entre los de abajo a favor del sistema. Televisa y TV Azteca son organismos integrantes del Estado mexicano y funcionan, tan bien, que de no ser por ambas televisoras, el ejército no podría sostener al gobierno de facto tras las inequitativas y torpes (las dos características a la vez) políticas económicas y el nulo funcionamiento de todo el entramado institucional civil y gubernamental.
Pero el barco hace agua y solamente funciona una bomba, por lo que está entrando más agua de la que pueden sacar. Hay una Crisis, no sólo del financiamiento, producción y consumo, sino Orgánica, de casi todo el Estado mexicano, incluyendo a las instituciones pertenecientes a la sociedad civil que fabrican consenso. Una crisis infraestructural y de las instituciones que legitiman el sistema, una crisis de todo el bloque histórico según Gramsci, o visto otro ángulo, tenemos un Estado fallido. Las preguntas que pretendemos contribuir a resolver son: ¿Qué van a hacer ellos? y ¿Qué debemos hacer nosotros?

Cómo piensa salir de la actual crisis orgánica la oligarquía
La crisis económica y política generalizada del Estado mexicano, incrementa el descontento popular, ante esto, el régimen ya se apoya fuertemente en la presencia policiaco – militar para gobernar en algunas zonas del país, pero las fuerzas represivas aún no son el único sostén del régimen, ni el más importante: las dos televisoras - con diferencias entre ellas – son lo único que los mantiene a flote, por eso la regresiva ley de medios.
Desde luego no esperarán a que el recurso ideológico mediático pierda credibilidad, necesitan fortalecer su dominio ideológico, reforzar otros agentes de la fabricación del consenso antes de que tengan que usar generalizadamente tanto el aparato jurídico que criminaliza la protesta social, así como las fuerzas represivas y el asesinato selectivo de dirigentes.
La oligarquía necesita algo más que un cambio de equipo en la Presidencia para salir de esta crisis. Para evitar que un bloque opositor instaure un modelo de distribución del ingreso e inicie el largo proceso de desarticulación dependiente de nuestra economía a la del imperialismo, necesita una refuncionalización del Estado, desde arriba.
Los reclamos sociales son tan fuertes que necesitan realizar una Revolución desde arriba, o Revolución Pasiva; cambios en el funcionamiento institucional, que signifiquen un cambio en la cotidianeidad de la población, en parte de manera real y en parte en su percepción de que las acciones lo benefician. La oligarquía necesita una nueva élite política que impulse masivamente obra pública, créditos y reparto populista- corporativo de uniformes, útiles escolares, alimentos y materiales de construcción a las clases populares, sea a través del gobierno o del partido, cómo en los mejores tiempos de Luis Echeverría. Necesita también que la clase media perciba que mejora la seguridad, al menos en su entorno inmediato.
En un ambiente de miseria y violencia, y con referentes de izquierda dispersos, un candidato presidencial carismático, que convenza a las clases populares que les puede brindar satisfactores inmediatos y a las clases media y alta relativa seguridad, no sólo será votado masivamente, sino que las masas estarían dispuestas a tolerar que restrinja libertades democráticas fundamentales.
Esa es la manera en que Álvaro Uribe llegó a la presidencia y así se ha sostenido, sí por medio de un ejército genocida financiado por USA, pero fundamentalmente porque aunque es parte del narco e impulsa la violencia paramilitar, los medios de comunicación han convencido a media Colombia que él es la solución. Magnificando mediáticamente la obra social entregada, y sobre todo, los logros que su gente en la alcaldía de Medellín han tenido en materia de seguridad.
Peña nieto reúne todos los requisitos de Uribe. El laboratorio del Estado de México indica que la promoción mediática de los compromisos cumplidos en su gobierno lo puede llevar a la Presidencia fácilmente. Además, si logra reordenar – que no suprimir - el narcotráfico en México reduciendo la violencia pública a niveles aceptables, disfrazando los acuerdos con los cárteles como una estrategia centrada en la inteligencia y no como Calderón en los enfrentamientos en zonas urbanas, fortalecería su imagen en el país y quedaría bien con Washington. Como en Colombia, no tardaría en aparecer en cadena nacional explicando que los grupos opositores tienen nexos con algún grupo armado y este con el narco, por lo que es necesario restringir ciertos derechos que sirven a las redes de la delincuencia.
La opinión pública mayoritariamente avalaría la criminalización de la protesta social y las desapariciones forzadas de militantes con vida pública, tachados insistentemente por los medios como vinculados al narco, razón por la cual no se levantaría repudio masivo. Sólo falta que algún o algunos grupos armados se activen, para que Peña Nieto pueda presentarse ante el imaginario popular como la solución integral, ya que ni siquiera tendría que iniciar la guerra sucia, sino tan sólo continuarla mejorando procedimientos, criticando las formas de Calderón e inyectando obra social y programas de desarrollo en las zonas levantiscas.

Tareas para desplazar a la oligarquía frenando la restauración PRIista
Pero este panorama sombrío no es ineludible.
Un gobierno socialista es nuestro objetivo, pero aunque el Estado presenta una crisis orgánica, no hay posibilidad de transitar directamente del actual Estado capitalista bajo control neo liberal, a un Estado de transición hacia el socialismo bajo control de una dirección política socialista hecha gobierno.
Para dialogar con los socialistas infantiles. El problema no es de replanteamiento de los objetivos socialistas, sino de trazar un camino coherente para alcanzarlos, no en el papel, sino en la realidad y para ello se necesitan alianzas. Hablamos de valorar seriamente el volumen de fuerzas que necesitamos para desplazar a las direcciones políticas en las que confía realmente la oligarquía (PRI, PAN), y esto implica que los socialistas agrupados previamente en un Bloque Popular, tengan que aliarse con un cúmulo de fuerzas que no son socialistas, entre las que se encuentran además de organizaciones con composición popular y definiciones meramente democráticas, expresiones políticas de la burguesía nacional no articulada estructuralmente al modelo maquilador neo liberal, por eso muy golpeada, y en general expresiones patrióticas y antiimperialistas. Dentro de este Bloque Opositor deben estar ONGs, ecologistas, feministas, el movimiento LGBTT y las personas que no toleran más los secuestros y la violencia en general. A todos hay que intentar incluirlos con una propuesta particular que conecte con el planteamiento estratégico.
Unir al Bloque Opositor y hacer todo lo necesario para direccionarlo lo más posible a la izquierda no significa que lo forcemos a asumir un programa socialista, con abolición de la propiedad privada por ejemplo, sino a que sea consecuente con un programa patriótico y antiimperialista, para que una vez hecho gobierno, la nueva institucionalidad haga que la lucha por el socialismo sea más posible. Esa es la tarea central del Bloque Popular para este periodo.
Por eso es necesario convencer a la mayor parte de los agrupamientos socialistas y populares, que deben conformar el Bloque Popular, de que hay condiciones para desplazar a la oligarquía si combinamos movilizaciones de masas en las calles con lucha electoral en un frente donde nos encontremos con fuerzas no socialistas e incluso no populares:
La discusión con los compañeros que no ven una mediación entre la agitación - organización y la toma del poder por parte de los socialistas, debe abordarse en varios planos y exponiendo nuestro planteamiento desde varios ángulos, convenciendo y cercando discursivamente.
En el análisis nacional: El PAN pasa a tres años del fraude electoral de 2006 a ser oposición y el PRI tendrá un desgaste ineludible al ser mayoría en el congreso, y por tanto el responsable de las políticas que se implementen en el país, pero para aprovechar eso necesitamos que el Bloque Opositor sea inmenso y que se cree pensando en derrotar a la oligarquía en 2012.
El Bloque Opositor cotidianamente debe indicar al pueblo la conexión entre los movimientos políticos particulares del PRI y el proyecto general de la oligarquía, ayudando a desenmascarar la revolución Pasiva que fraguan. Como parte de esto, debemos exigir la revocación de mandato de Calderón y la anticipación de elecciones, a fin de evidenciar que el PRI no está dispuesto a que esto se vote en la cámara de diputados, haciendo patente a la población que se están cubriendo los dos partidos las espaldas.
Otra tarea del Bloque opositor es coordinar todas las luchas populares y democráticas contra la oligarquía y sus aparatos de control: si se impulsan al mismo tiempo tomas de tierras, oficinas gubernamentales huelgas sindicales, tomas de fábricas, paros estudiantiles y movilizaciones populares se estaría construyendo un poder paralelo, con el objetivo de fortalecer los objetivos del Bloque Opositor, pero dirigido por las fuerzas populares y socialistas, es decir, por el Bloque Popular. De esta manera contaríamos con el instrumento para
1. Empujar a las direcciones timoratas a sostener el triunfo electoral y
2. Obligar al nuevo gobierno federal – del que tenemos que ser parte- a cumplir el programa patriótico y antiimperialista y a iniciar la transformación del actual Estado hacia una democracia protagónica y participativa, desde donde la lucha de clases tenga un mejor terreno para pugnar por el socialismo.
Un extenso Bloque Opositor puede hacer creíble a la población que sus demandas pueden ser resueltas efectivamente por un proyecto democrático y antiimperialista que sin duda defenderá su triunfo electoral (ver parte referente a comunicación). Pero únicamente el correcto posicionamiento del Bloque Popular dentro del Bloque Opositor, es la garantía de la defensa activa del voto.
En el análisis internacional. Extrayendo las enseñanzas de las experiencias recientes en diversos países de América Latina, encontrando las particularidades mexicanas, pero insertando al país, por sus características, en el universo de los Estados dependientes de la región.
El MLN necesita un centro que procese y difunda para los mexicanos, militantes o no, las experiencias de desplazamiento de las oligarquías latinoamericanas. (Ver parte referente a comunicación) Las tesis a desarrollar se simplifican en:
1.Es posible desplazar a las oligarquías más férreas, primero del gobierno, y a partir de esto, iniciar una lucha real para quitarles el poder. A condición de que inicialmente el Bloque Popular éste cohesionado. Así ocurrió en Venezuela, Bolivia y Ecuador.
2.Pero las fuerzas del Bloque Popular no han alcanzado para desplazar a la oligarquía, han tenido que establecer un frente más amplio, es decir un Bloque Opositor con objetivos democráticos, patrióticos y antiimperialistas, pero de manera tal que el Bloque Popular quede lo mejor posicionado dentro del Bloque opositor. (en Venezuela, el MBR de Chávez copó el MVR)
3.Ha sido necesario que el Bloque Opositor impulse un fuerte movimiento nacional reivindicativo coordinado, luchando en las calles y que al mismo tiempo tome en sus manos la organización de la campaña electoral y después la defensa del voto.
4.Desplazadas las oligarquías del gobierno, inicia el proceso de consolidación del cambio y la lucha por el socialismo comienza a ser una posibilidad real. Por eso las oligarquías inician la labor, primero de fractura del Bloque Opositor, después de acoso mediático y terrorista coordinado con el imperialismo. Incluso los procesos antiimperialistas no son asimilables por los imperialismos norteamericano y europeo, debido a que como al mismo tiempo son democráticos, empoderan a la población, por lo que no pueden quedarse mucho tiempo en este nivel, pues los nuevos gobiernos se desprestigian ante las masas. Con sus direcciones políticas hechas gobierno o sin ellas, los pueblos tienden a luchar en estos nuevos escenarios por el socialismo masivamente.
En relación a cómo abordar a los elementos no socialistas o no populares que deben conformar el Bloque Opositor, hay algunos que serán atraídos por las propuestas y el desarrollo de un trabajo masivo y muy visible, pero hay otros que no desean estar en Bloque Opositor donde los socialistas no están atomizados y subordinados.
Basándonos en que corrientes como la estructura de AMLO no desea alianzas, será preciso determinar de qué manera se le cerca para que se integre (aunque esta integración podría tomar la forma de una integración nuestra a la campaña).
Partiendo realistamente de que únicamente podrían ser candidatos Ebrard u Obrador, si es el primero podría ser más fácil una alianza, pero si todo indica que será Obrador el candidato, una opción podría ser que el naciente Bloque Opositor lo proponga, públicamente, en un acto ciudadano con sus bases y las nuestras, como candidato presidencial antes de que las estructuras del gobierno legítimo y el FAP lo hagan. De manera que los costos políticos a pagar frente a sus bases, si rechazara un apoyo tan masivo, lo obligaran a aceptar nuestra presencia.
En un escenario como el anterior, la presencia de elementos del Bloque Popular en las estructuras del movimiento obradorista, en el PRD, PT y Convergencia fortalecería nuestros objetivos y haría más fácil el poder obtener diputados que ayudaran al movimiento en las calles a empujar hacia la radicalización del proceso.
Otra manera podría ser impulsar una candidatura independiente (la idea de una figura defensora de los derechos humanos es buena) que decline en la recta final. Esta opción hace que las bases del candidato con registro (Ebrard u Obrador) nos perciban como un obstáculo, impidiéndonos ganar su confianza para combatir posibles flaquezas de sus direcciones. Y si se declina muy pronto, no tiene sentido hacerla, no acumulamos fortaleza política.
Comunicación. En una crisis orgánica del Estado, donde la única institución que eficientemente fabrica consenso entre la población respecto de la dominación oligárquica es el duopolio televisivo, nuestras tareas son minimizar su impacto, para incrementar cualitativamente la conciencia de la crisis orgánica y la posibilidad de la salida entre los de abajo, tanto entre los organizados, los q podamos organizar y los que no podamos organizar, (el ciudadano del metro, opinante y votante)
Para ello necesitamos una estrategia mediática que exprese nuestros posicionamientos políticos generales y se posicione cotidianamente frente a medidas particulares del Estado mexicano, además de tener capacidad de respuesta mediática a los efectos desmovilizadores de una posible séptima declaración de la selva lacandona. Adelantamos algunas tareas concretas:
Prensa masiva propia. La Prensa de las diferentes organizaciones que componen el MLN, no alcanza para los objetivos planteados. Necesitamos un semanario que se pueda distribuir masivamente por una red de vendedores que obtengan un porcentaje de la venta. Cómo lo hizo Corre la voz y lo hace Machetearte. Además de la distribución del periódico por parte de las organizaciones integrantes.
Periódico mural quincenal. Adherible o sencillo.
Mapa de espacios radiofónicos. A los que es posible asistir o llamar al aire para discutir algunos de los planteamientos del MLN.
Ganar espacios mediáticos. Acciones simbólicas sobre diferentes tópicos, las movilizaciones convencionales no deben ser nuestra única expresión. Por otro lado, también necesitamos ganar – en diferentes grados - académicos, intelectuales progresistas, artistas y comunicadores prensa, radio, TV e internet, en México y el extranjero. Urge meternos a la conmemoración del centenario y el bicentenario, organizando actividades propias (cine debate, teatro, conferencias, publicaciones, encuentro latinoamericano de organizaciones políticas y sociales en México) y participando en las que organiza el mundo académico y político con nuestra posición propia. Se trata de meternos realmente a la disputa por la hegemonía cultural.
Fuera de las actuales fronteras del país. Ningún desplazamiento de la oligarquía se ha dado históricamente sin la combinación de presión política interna y externa: Núcleos del MLN y del Bloque Opositor en el suroeste norteamericano, y redes de apoyo en Europa, como las que tienen los zapatistas, además de suramerica. La tarea es más fácil de lo que parece, tenemos el planteamiento histórico político y los contactos, pero debe iniciarse ya. Las manifestaciones o plantones de embajadas mexicanas, nos posiciona fuertemente en el ámbito nacional.
Importante definición a tomar. Mientras construimos el Bloque Popular y el Bloque Opositor, la desesperación del pueblo puede producir estallidos sociales, si se trata de saqueos a trenes de granos, o supermercados, al régimen le será difícil – aunque no imposible - criminalizar luchadores sociales, porque ese tipo de acciones, en el contexto de la crisis, son toleradas y hasta aplaudidas por la mayoría de la opinión pública. Pero si se trata de acciones armadas en las cuales el objetivo es enfrentar a las fuerzas policiales y al ejército, sin juzgar las causas, la mayor parte de la población percibirá esto como otra variante de la violencia que se suma a la generada por el narco; la gente de este país simplemente no quiere más balaceras en sus calles y campos.
Sobre este rechazo sensible del pueblo, el gobierno no sólo podría criminalizar injustamente a luchadores sociales que están dentro de la legalidad, sino que además el decadente Estado mexicano podría fácilmente rearticular el movimiento de blanco contra la violencia, con su enorme cauda mediática, para golpear a todas las izquierdas en vísperas del 2012 y articular en torno a su proyecto a la clase media media y media alta que desean seguridad al precio que sea. Desde luego que las marchas las encabezaría física o mediáticamente Peña Nieto, presentándose como el gobernador que se atrevió a meter en cintura a los Atencos y el candidato que aniquilará el duo narco - guerrilla.
Al imperialismo y al Estado mexicano le interesa que en estos momentos un movimiento armado entre en acción. Las calles las ocuparía el ejército, no los movimientos político - sociales .
El MLN debe pronunciarse públicamente al respecto.
Sugerimos que el MLN adopte el lema “Militantes de la Unidad” y lo integre a su logotipo.
Finalmente, valoramos positivamente las exposiciones de todos los agrupamientos que conforman el MLN y nos declaramos deudores de muchos de sus posicionamientos. No hemos hecho sino profundizar en un debate ya abierto.

1 de septiembre 2009.

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